sábado, 20 de junio de 2015

GRACIAS

Sonó el timbre de entrada y mis alumnos salieron disparados para clase. Yo, incrédulo por lo que veía y por no estar acostumbrado a este comportamiento, los frené con mi chorro de voz: "¿Adónde vais corriendo? ¿Se puede saber qué prisa tenemos hoy? Vamos a dejar ya los nervios." Pobrecillos, llevaban desde las 8,30 preparándome una sorpresa. Subiendo las escaleras ya se me aclararon las ideas y al ver la puerta cerrada y el interior a oscuras, supuse que tramaban algo, algo para hacerme feliz.. Al abrir la puerta todos estaban escondidos bajo los pupitres...¡¡¡¡SORPRESA!!!-gritaron. Estaba la clase llena de globos y en un rincón estaban sus regalos...
Creo que en cuatro años os he dicho y demostrado cuánto os quiero y cuánto me habéis dado. No hay palabras. La carta que me habéis escrito se queda dentro de mí, en lo más hondo. GRACIAS, cochifritines del desierto.



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